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FEMINICIDIOS EN CDMX
“El Andrecito” asesinó a otra joven en el 2023.
El fin de semana pasado el feminicidio de una adolescente de 16 años a manos de su novio consternó en la Ciudad de México, pues el presunto homicida tiene sólo 15 años. El joven está identificado como “Andrés” y se encuentra detenido, pero ya había enfrentado un proceso por asesinar a otra joven en febrero de 2023.
El crimen de Keila, de 16 años, ocurrió en la calle Cajeme esquina Mocorito, colonia Álvaro Obregón de la alcaldía Venustiano Carranza, la noche del viernes 22 de marzo de 2024. Los vecinos se percataron de que “Andrés” o “Andrecito” sacaba el cuerpo de la muchacha, con quien vivía, y llamaron a elementos de la policía capitalina, quienes lo aprehendieron.
De acuerdo con las primeras versiones de testigos, el chico le disparó a la joven por celos y luego fue detenido. Tras el feminicidio de la adolescente, los familiares de Keila la velaron con música de banda, globos y flores en su casa, pero acusan que esperan justicia, pues “Andrecito” ya había sido acusado por asesinar a otra joven en febrero del 2023.
En aquella ocasión, “Andrecito” fue detenido junto al “Wakanda” por secuestrar y asesinar a una mujer de nombre Mariana, a quien le ofrecieron drogas para matarla, pero salió libre. De acuerdo con el reportero Antonio Nieto, ambos sujetos son “dealers” y vivían en la calle de Mineros 11, en la colonia Morelos.
Violencia en el noviazgo y señales de alerta.
La asociación Healthy Children señala que la violencia en el noviazgo puede ser física o emocional. “Las parejas violentas pueden ser tanto los chicos como las chicas. Por lo general tienen un temperamento explosivo, son celosos, desdeñan a su pareja, aíslan a su pareja de sus amigos y familiares, hacen acusaciones falsas, sufren cambios de humor, suelen ser posesivos o mandones y presionan a su pareja para que haga cosas en contra de su voluntad”, indica.
Señales de violencia en el noviazgo:
Las parejas celosas pueden mandar mensajes de texto, llamar o enviar correos electrónicos constantemente.
También le piden a su pareja que les de las contraseñas.
Miran por encima de su hombro para ver quién envía mensajes.
Se insultan o ridiculizan.
Se jalonean y/o pellizcan.
Golpes y rasguños.
Información: El Heraldo de México.